lunes, 27 de septiembre de 2010

Lo que yo creía.

Y si se trataba de querer,
yo te quería.
Yo tenía más argumentos y razones que nadie
para que cogieras mi mano,
tocaras mi pelo.
Y que bailaras conmigo
(no sólo los sábados).
Porque yo perdía las formas,
y tú me mirabas.
Porque yo ya te sentía
- te soñaba-
mío
y tú,
- te pensabas -
dueño de mi sonrisa.
Y los dos perdidos,
los ojos cerrados.
Yo sintiendo la magia.
Dime que tú creías.